Dirección: Christopher Nolan.
Protagonistas: Cillian Murphy, Robert Downey Jr, Emily Blunt, Matt Damon, Florence Pugh, Ben Safdie, Rami Malek.
Duración: 180 minutos
Año: 2023
En ese camino, un primer paso (y esencial en cierto modo) es tomar posición respecto al personaje. Tener claro un objetivo, lo que se desea mostrar en pantalla, y ese punto también hay que entregárselo a Nolan. Sin medias tintas el director ha decidido humanizar a Oppenheimer, desarrollando en paralelo varias líneas, todas relacionadas con la persona, intentando escapar de la caricatura del genio brillante. La película por tanto no se centra del todo en su obra si no más bien intenta meterse en el cerebro del personaje, abordando sus inquietudes en la física pero también sus ansias por serle útil a la sociedad, por ende, sus acercamientos políticos al mundo comunista (enorme el momento en que afirma que "sus teorías acerca del colapso de las estrellas no le son útiles a la gente en el día a día"), movimientos que en un contexto de guerra fría le significarían tras el lanzamiento de la bomba atómica una persecución y acoso por parte del establishment estadounidense, siendo este el eje transversal que se desarrollará prácticamente durante toda la película, con Lewis Strauss (Robert Downney Jr.) como notable antagonista.
De esta forma, mientras observamos toda la logística desarrollada por los Estados Unidos en torno a la construcción de la bomba (y todo el dilema respecto a "quien la construye primero", si los alemanes, rusos o ellos), observaremos desde las dudas y contradicciones de Robert Oppenheimmer hasta sus vínculos amorosos, en un cóctel de tres horas de duración, con una dinámica acelerada (es Nolan, pedirle que vaya lento sería contra natura) pero que logra comprenderse debido a la claridad con que se expresa. Ahí me parece reside el principal mérito de Oppenheimer, en la capacidad de mostrar tantos elementos en pantalla sin perder el norte y con un ritmo que si bien es exigente con el espectador, atrapa. Hay momentos en los que sientes, tanto desde lo visual como argumentativo, el que estás viendo una maravilla del séptimo arte, y aquello es todo mérito del director. Ayuda por supuesto un guión impecable y la labor de un notable Cillian Murphy como protagonista, un tipo que transmite las emociones que el personaje exige, transitando desde la ilusión y confianza hasta la angustia y el remordimiento siempre de manera convincente.
Ante el enorme y exigente desafío auto impuesto Christopher Nolan ha salido jugando, lo cual es notable. El director se la ha jugado por entregar una mirada humana de Robert Oppenheimer, intentando abarcar varias dimensiones del personaje mediante una dinámica siempre intensa pero interesante y atractiva. La película quedará enmarcada como parte de lo más brillante que haya filmado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario