Dirección: Sebastián Schindel
Protagonistas: Joaquín Furriel, Martina Gusman
Duración: 90 minutos
Duración: 90 minutos
Año : 2019
En general me declaro amante del cine argentino, no por nada son varias las cintas de allá que he comentado aquí en mi querido blog, de ahí que al encontrarme con la breve descripción de “El hijo” y revisar que contaba con Martina Gusman en el elenco, no necesité más para lanzarme sobre la película. ¿Y con qué me he encontrado? Con una historia tremendamente atractiva, actuaciones convincentes y un exquisito manejo del suspenso... además de un desenlace lamentable y para el olvido, de los peores que he visto en mucho tiempo, al punto de lograr arruinarte todo lo que la película previamente había construido de tan buena forma.
Pero, hablemos de por donde va “El hijo”. Mediante un relato que salta en el tiempo constantemente se nos revela una historia más que interesante, la de un pintor adulto, que ronda los cincuenta años y se encuentra en proceso de concepción de un hijo junto a su reciente esposa Sigrid, una bióloga europea que tras lograr quedar embarazada manifiesta su intención de vivir un proceso “al natural”, es decir, totalmente alejado de médicos y procedimientos habituales. En ese sentido, la película abre muy bien metiendo mano a un tema tan actual como las posturas “anti vacunas” que han ido apareciendo durante estos años recientes. De ahí en adelante Sigrid comenzará a dar muestras de un comportamiento delirante y que ronda lo enfermizo, desarrollando desde ahí la película una historia marcada por un notable uso del suspenso que lentamente nos lleva a empatizar con el drama que vive su protagonista (aunque siempre dudamos respecto a su cordura, ahí la cinta también es hábil). En ese sentido “El hijo” cumple con creces durante su trámite con el objetivo de mantenerte ahí, atento, inquieto y al tanto. Pasan los minutos y sientes el estar frente a una gran película de suspenso, sin embargo, no todo podía ser perfecto.
(Desde acá, spoiler. Vuelve cuando la hayas visto)
Lamentablemente el desenlace de la historia es tan pobre que es capaz de matarte las pasiones drásticamente. Una real lástima. Nos encontramos así con un guión que decide dar cierre a la película abruptamente sin tomar ninguna postura respecto a nada, dejando cabos sueltos por doquier respecto a asuntos relevantes dentro de la historia. Eso sin mencionar la cantidad de sin sentidos que la película regala: ¿Una puerta de acero en tu propia casa sin que antes te llamase la atención? ¿Tu mujer se queda seis meses en una habitación con tu hijo y no llamas a la policía? ¿Te meten un juicio por violencia y no entregas antecedentes respecto al trato de la mujer hacia su hijo? ¿No solicitas un examen psicológico para la madre? ¿Una madre y una anciana en Argentina pese a contar con una causa de asesinato en su contra? iban a salir del país con el niño? ¿Un niño que no sabemos quien es ni de donde aparece...
Y así, una serie de circunstancias que la película insinúa pero de los cuales no se hace cargo, dejándonos así una excelente cinta de suspenso que cierra muy pero muy mal. Entiendo que en ocasiones suma el dejar hilos abiertos para que el espectador arme lo que quiera armar pero cuando no te explican nada de lo que se construyó previamente... el asunto suena a burla.
¿Lo mejor? Que durante 70 minutos te la pasas estupendo.
¿Lo peor? El cierre, terrible.
¿Donde la encuentro? Está en Netflix.
En general me declaro amante del cine argentino, no por nada son varias las cintas de allá que he comentado aquí en mi querido blog, de ahí que al encontrarme con la breve descripción de “El hijo” y revisar que contaba con Martina Gusman en el elenco, no necesité más para lanzarme sobre la película. ¿Y con qué me he encontrado? Con una historia tremendamente atractiva, actuaciones convincentes y un exquisito manejo del suspenso... además de un desenlace lamentable y para el olvido, de los peores que he visto en mucho tiempo, al punto de lograr arruinarte todo lo que la película previamente había construido de tan buena forma.
Pero, hablemos de por donde va “El hijo”. Mediante un relato que salta en el tiempo constantemente se nos revela una historia más que interesante, la de un pintor adulto, que ronda los cincuenta años y se encuentra en proceso de concepción de un hijo junto a su reciente esposa Sigrid, una bióloga europea que tras lograr quedar embarazada manifiesta su intención de vivir un proceso “al natural”, es decir, totalmente alejado de médicos y procedimientos habituales. En ese sentido, la película abre muy bien metiendo mano a un tema tan actual como las posturas “anti vacunas” que han ido apareciendo durante estos años recientes. De ahí en adelante Sigrid comenzará a dar muestras de un comportamiento delirante y que ronda lo enfermizo, desarrollando desde ahí la película una historia marcada por un notable uso del suspenso que lentamente nos lleva a empatizar con el drama que vive su protagonista (aunque siempre dudamos respecto a su cordura, ahí la cinta también es hábil). En ese sentido “El hijo” cumple con creces durante su trámite con el objetivo de mantenerte ahí, atento, inquieto y al tanto. Pasan los minutos y sientes el estar frente a una gran película de suspenso, sin embargo, no todo podía ser perfecto.
(Desde acá, spoiler. Vuelve cuando la hayas visto)
Lamentablemente el desenlace de la historia es tan pobre que es capaz de matarte las pasiones drásticamente. Una real lástima. Nos encontramos así con un guión que decide dar cierre a la película abruptamente sin tomar ninguna postura respecto a nada, dejando cabos sueltos por doquier respecto a asuntos relevantes dentro de la historia. Eso sin mencionar la cantidad de sin sentidos que la película regala: ¿Una puerta de acero en tu propia casa sin que antes te llamase la atención? ¿Tu mujer se queda seis meses en una habitación con tu hijo y no llamas a la policía? ¿Te meten un juicio por violencia y no entregas antecedentes respecto al trato de la mujer hacia su hijo? ¿No solicitas un examen psicológico para la madre? ¿Una madre y una anciana en Argentina pese a contar con una causa de asesinato en su contra? iban a salir del país con el niño? ¿Un niño que no sabemos quien es ni de donde aparece...
Y así, una serie de circunstancias que la película insinúa pero de los cuales no se hace cargo, dejándonos así una excelente cinta de suspenso que cierra muy pero muy mal. Entiendo que en ocasiones suma el dejar hilos abiertos para que el espectador arme lo que quiera armar pero cuando no te explican nada de lo que se construyó previamente... el asunto suena a burla.
¿Lo mejor? Que durante 70 minutos te la pasas estupendo.
¿Lo peor? El cierre, terrible.
¿Donde la encuentro? Está en Netflix.
3.0: Buena, se deja ver... |
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