Dirección: Paul Feig
Protagonistas: Kate McKinnon, Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Chris Hemsworth
Duración: 110 minutos
Duración: 110 minutos
Año : 2016
En tiempos donde las nuevas ideas escasean y prácticamente todo lo que vemos en la industria del cine responde a un copy/paste descarado, enterarme de la realización de un refrito para el clásico “Ghostbusters” de 1986, digamos que mucho no me motivó. Tiempo después me entré que el filme tendría como protagonistas a cuatro mujeres, lo cual algo de morbo instaló en mi, sin embargo, por respeto a la historia me mantuve a distancia por varios años de la película, que el perfume a desastre estaba en el aire.
Pero al fin llegó la hora y como corresponde, junto a mis hijos, me senté este fin de semana que recién pasó a ver este Ghostbuster 2.0 y grata sorpresa me llevé al encontrarme con un filme que en el global posee más méritos que pecados. En primer lugar, el que la película tenga como protagonistas a cuatro divertidas mujeres, ya es todo un acierto. Son ellas quienes llevan el mando acá y nosotros (hombres) somos meros espectadores, representados/ridiculizados además por una especie de secretario guapo y estúpido (Chris Hemsworth), en un guiño evidente hacia la cosificación histórica que el cine ha ejercido hacia la figura de la mujer.
Y desde ahí, casi todo acierta (casi, que defectos hay). La historia es dinámica, se nos presentan poco a poco los personajes, los fantasmas que van apareciendo en la ciudad y tenemos a estas científicas que intentan buscar credibilidad en torno al tema. Te ríes, te pasas un buen rato y te emocionas cuando la película realiza evidentes guiños a la cinta original, con apariciones estelares (y muy breves) de Dan Aykroyd, Bill Murray, Sigourney Weaver, el hombre de malvavisco gigante y, por supuesto, pegajoso (Slimer en la versión en inglés).
¿Lo bueno? La sensación de estar frente a una película que algo intentó decir, lo cual por si solo implica un mérito que la coloca por sobre muchísimos pero muchísimos refritos realizados durante todos estos años.
¿Lo malo? Ciertos sin sentidos en la aparición de armas extraordinarias creadas con no se que dinero ni tecnología o un guión que a ratos se vuelve algo empalagoso, sobretodo tras la aparición de un antagonista bastante débil. También me parece que los “personajes clásicos” que aparecen en la película no son tan bien utilizados como podría haber sido.
¿Donde se puede ver? Está en Netflix.
En tiempos donde las nuevas ideas escasean y prácticamente todo lo que vemos en la industria del cine responde a un copy/paste descarado, enterarme de la realización de un refrito para el clásico “Ghostbusters” de 1986, digamos que mucho no me motivó. Tiempo después me entré que el filme tendría como protagonistas a cuatro mujeres, lo cual algo de morbo instaló en mi, sin embargo, por respeto a la historia me mantuve a distancia por varios años de la película, que el perfume a desastre estaba en el aire.
Pero al fin llegó la hora y como corresponde, junto a mis hijos, me senté este fin de semana que recién pasó a ver este Ghostbuster 2.0 y grata sorpresa me llevé al encontrarme con un filme que en el global posee más méritos que pecados. En primer lugar, el que la película tenga como protagonistas a cuatro divertidas mujeres, ya es todo un acierto. Son ellas quienes llevan el mando acá y nosotros (hombres) somos meros espectadores, representados/ridiculizados además por una especie de secretario guapo y estúpido (Chris Hemsworth), en un guiño evidente hacia la cosificación histórica que el cine ha ejercido hacia la figura de la mujer.
Y desde ahí, casi todo acierta (casi, que defectos hay). La historia es dinámica, se nos presentan poco a poco los personajes, los fantasmas que van apareciendo en la ciudad y tenemos a estas científicas que intentan buscar credibilidad en torno al tema. Te ríes, te pasas un buen rato y te emocionas cuando la película realiza evidentes guiños a la cinta original, con apariciones estelares (y muy breves) de Dan Aykroyd, Bill Murray, Sigourney Weaver, el hombre de malvavisco gigante y, por supuesto, pegajoso (Slimer en la versión en inglés).
¿Lo bueno? La sensación de estar frente a una película que algo intentó decir, lo cual por si solo implica un mérito que la coloca por sobre muchísimos pero muchísimos refritos realizados durante todos estos años.
¿Lo malo? Ciertos sin sentidos en la aparición de armas extraordinarias creadas con no se que dinero ni tecnología o un guión que a ratos se vuelve algo empalagoso, sobretodo tras la aparición de un antagonista bastante débil. También me parece que los “personajes clásicos” que aparecen en la película no son tan bien utilizados como podría haber sido.
¿Donde se puede ver? Está en Netflix.
3.5: Muy buena! |
Pues a mi me gustó, cierto que es un poco light, y le falta un humor algo mejor,,,pero es entretenida.
ResponderEliminarUn saludo