Dirección: Mike Cahill
Protagonistas: Michael Pitt, Brit Marling
Duración: 110 minutos
Duración: 110 minutos
Año : 2014
Hilando fino muchos defectos podremos encontrar en esta película, en lo personal me disgustó (o decepcionó más bien) su segmento final y el descubrir hacia donde Mike Cahill quiso llevarnos con todo su viaje, sin embargo hay un mérito importante con que cuenta la cinta y es que hasta parte importante del recorrido no sabes muy bien de que pinta esto, y aquel componente enigmático es probablemente su mejor virtud.
La historia va así: Ian Gray (Michael Pitt) es un biólogo molecular cuyas obsesiones son el estudio del ojo humano y el demostrar la no existencia de un ser superior. En este camino dos mujeres se cruzarán en su camino, Karen (Brit Marling) será su compañera de labores en el laboratorio y Sofi su amante en el diario vivir. Una tragedia se cruzará en el camino de ellos, tragedia que modificará el curso de sus vidas y los llevará además tras un descubrimiento revelador.
La dirección de Mike Cahill nos engaña todo el tiempo haciéndonos creer el que estamos frente a una cinta de carácter científico cuando el asunto se trata precisamente de todo lo contrario. Espíritus, almas y reencarnaciones, por ahí va el cuento. Para esto el director nos presenta la clásica caricatura del ateo, el tipo frío y pragmático que solo cree en lo que ve pero al que la vida lo hará ponerse de rodillas. ¿Qué decepción, no? Y bueno, para esto Cahill hará uso de una serie de artimañas clásicas del género y es que cuando de asuntos paranormales se trata, todo vale, un guión repleto de coincidencias increíbles y unos cuantos absurdos casi imperdonables. Lo que si, con esta no te vas a aburrir.
Hilando fino muchos defectos podremos encontrar en esta película, en lo personal me disgustó (o decepcionó más bien) su segmento final y el descubrir hacia donde Mike Cahill quiso llevarnos con todo su viaje, sin embargo hay un mérito importante con que cuenta la cinta y es que hasta parte importante del recorrido no sabes muy bien de que pinta esto, y aquel componente enigmático es probablemente su mejor virtud.
La historia va así: Ian Gray (Michael Pitt) es un biólogo molecular cuyas obsesiones son el estudio del ojo humano y el demostrar la no existencia de un ser superior. En este camino dos mujeres se cruzarán en su camino, Karen (Brit Marling) será su compañera de labores en el laboratorio y Sofi su amante en el diario vivir. Una tragedia se cruzará en el camino de ellos, tragedia que modificará el curso de sus vidas y los llevará además tras un descubrimiento revelador.
La dirección de Mike Cahill nos engaña todo el tiempo haciéndonos creer el que estamos frente a una cinta de carácter científico cuando el asunto se trata precisamente de todo lo contrario. Espíritus, almas y reencarnaciones, por ahí va el cuento. Para esto el director nos presenta la clásica caricatura del ateo, el tipo frío y pragmático que solo cree en lo que ve pero al que la vida lo hará ponerse de rodillas. ¿Qué decepción, no? Y bueno, para esto Cahill hará uso de una serie de artimañas clásicas del género y es que cuando de asuntos paranormales se trata, todo vale, un guión repleto de coincidencias increíbles y unos cuantos absurdos casi imperdonables. Lo que si, con esta no te vas a aburrir.
3 / 5
Buena, se deja ver.
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