Dirección: Miguel Littin
Protagonistas: Daniel Muñoz, Aline Kuppenheim
Duración: 90 minutos
Duración: 90 minutos
Año : 2014
Dos años hice esperar a está película. Supongo que la figura de Salvador Allende Gossens representa demasiado en mi vida como para arriesgarme a ver un ejercicio poco logrado o caricaturesco del personaje. En esta idea también debe haber pesado la imagen (poco creíble, digámoslo) del gran Daniel Muñoz encarnando al "Compañero Presidente" (lo admito, algo similar me ha ocurrido con Luis Gnecco haciendo de Neruda).
El caso es que finalmente la he visto, sentado solo en mi sillón he repasado la pedagógica mirada de Miguel Littin frente a los hechos ocurridos en el Palacio de La Moneda la mañana del 11 de Septiembre de 1973. Sin medias tintas, el director abre el filme instalando un discurso : "los Estados Unidos apoyaron y propiciaron el golpe de Estado contra Salvador Allende". Es decir, el presidente fue acorralado por afuera, traicionado, y abandonado por dentro. Desde ahí Littin construye su película intentando en todo momento generar un equilibrio entre el político de convicciones y el ser humano. Lanzándose a la épica pero logrando muy pocos momentos realmente perturbadores o emocionantes.
En ese sentido, "Allende en su laberinto" se plantea como una película dinámica, que desde el primer minuto se muestra ansiosa por narrar muchas historias y no pierde oportunidad para hacerlo. Sin embargo, en este punto Littin juega al límite con la credibilidad, fantaseando con situaciones sin mucha lógica. Allende habla solo, lanza lineas hacia la imagen de su abuelo, en pleno bombardeo piropea a una guardia de palacio o juega ajedrez con colaboradores mientras recuerda junto al "Perro Olivares" sus viejas campañas presidenciales. Faltó que se sirviese un whiskey mientras caían las bombas y la figura habría estado completa.
El resultado entretiene pero en casi todo momento se muestra conservador, falto de sutilezas, con situaciones muy evidentes, algunas forzadas e incluso clichés (Spoiler: el joven que muere en los brazos de Allende). Incluso aquellos instantes donde se aborda la relación entre Allende y su secretaria personal ("La Payita"), parecen ser escenas de telenovela.
Daniel Muñoz realiza un esfuerzo notable por convencer, cabe reconocer que en medida que la película avanza este se empodera del papel (cuesta creerle en un comienzo) siendo el guión y enfoque el principal problema que se observa en los 90 minutos de cinta. Sin sorpresas y una épica no lograda, "Allende en el laberinto" no logra dar vida de manera adecuada a un hecho traumático como fue el golpe de Estado de 1973.
Dos años hice esperar a está película. Supongo que la figura de Salvador Allende Gossens representa demasiado en mi vida como para arriesgarme a ver un ejercicio poco logrado o caricaturesco del personaje. En esta idea también debe haber pesado la imagen (poco creíble, digámoslo) del gran Daniel Muñoz encarnando al "Compañero Presidente" (lo admito, algo similar me ha ocurrido con Luis Gnecco haciendo de Neruda).
El caso es que finalmente la he visto, sentado solo en mi sillón he repasado la pedagógica mirada de Miguel Littin frente a los hechos ocurridos en el Palacio de La Moneda la mañana del 11 de Septiembre de 1973. Sin medias tintas, el director abre el filme instalando un discurso : "los Estados Unidos apoyaron y propiciaron el golpe de Estado contra Salvador Allende". Es decir, el presidente fue acorralado por afuera, traicionado, y abandonado por dentro. Desde ahí Littin construye su película intentando en todo momento generar un equilibrio entre el político de convicciones y el ser humano. Lanzándose a la épica pero logrando muy pocos momentos realmente perturbadores o emocionantes.
En ese sentido, "Allende en su laberinto" se plantea como una película dinámica, que desde el primer minuto se muestra ansiosa por narrar muchas historias y no pierde oportunidad para hacerlo. Sin embargo, en este punto Littin juega al límite con la credibilidad, fantaseando con situaciones sin mucha lógica. Allende habla solo, lanza lineas hacia la imagen de su abuelo, en pleno bombardeo piropea a una guardia de palacio o juega ajedrez con colaboradores mientras recuerda junto al "Perro Olivares" sus viejas campañas presidenciales. Faltó que se sirviese un whiskey mientras caían las bombas y la figura habría estado completa.
El resultado entretiene pero en casi todo momento se muestra conservador, falto de sutilezas, con situaciones muy evidentes, algunas forzadas e incluso clichés (Spoiler: el joven que muere en los brazos de Allende). Incluso aquellos instantes donde se aborda la relación entre Allende y su secretaria personal ("La Payita"), parecen ser escenas de telenovela.
Daniel Muñoz realiza un esfuerzo notable por convencer, cabe reconocer que en medida que la película avanza este se empodera del papel (cuesta creerle en un comienzo) siendo el guión y enfoque el principal problema que se observa en los 90 minutos de cinta. Sin sorpresas y una épica no lograda, "Allende en el laberinto" no logra dar vida de manera adecuada a un hecho traumático como fue el golpe de Estado de 1973.
2.5 // Te arriesgas. |
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