sábado, 27 de agosto de 2022

Aliens: El regreso (1986)

Género: Ciencia ficción / Terror / Acción
Dirección: James Cameron
Protagonistas: Sigourney Weaver, Paul Reiser, Bill Paxton, Lance Henriksen
Duración: 140 minutos
Año: 1986

Tiempo atrás comenté acá en el blog el clásico de 1979, Alien: El octavo pasajero, de Ridley Scott, por lo que tocaba ya meterse con su secuela, esa joya de acción dirigida por James Cameron (y producida junto a su entonces esposa Gale Anne Hurd)Y es que no era nada fácil tomar el fierro caliente, dando continuidad a la que acabó por ser una de más fascinantes películas de terror de la historia, 
y lograr estar a la altura de las circunstancias, sin embargo, a casi cuarenta años de distancia, Aliens: El regreso, continúa luciendo como una verdadera joya, una que incluso en su aparente simpleza no hace sino agigantar su legado. 

El principal mérito de James Cameron acá estuvo en haber entendido que no tenía sentido alguno construir una película a la sombra de la original pues varios de los elementos terroríficos relacionados con el "concepto Alien" ya habían sido expuestos. Cameron por tanto se concentra acá en aquello que aún no se revelaba ni explotaba del bicho: su capacidad depredadora. Construye por tanto una película de acción militar y constante persecución, incorporando uno que otro elemento atractivo que aporta a la trama. 

(Spoiler desde acá)
La dirección por tanto acierta en varias decisiones. Primero, en la elección del reparto, el cual funciona al punto que lamentamos el que algunos personajes desaparezcan a media película o se desarrollen solo de manera tangencial (Apone o la Teniente Vásquez, por ejemplo). De igual forma, se le saca partido al (anti) carisma del icónico androide Bishop (querible al nivel de un R2D2 de Star Wars), quien ilumina sus escenas cada vez que aparece en pantalla, y en cuanto a Sigourney Weaver para que hablar, extraordinaria una vez más en su rol de heroína. 

De igual forma, Cameron también sabe manejas los tiempos, calienta el asunto a fuego lento y se anota otro punto, con quince minutos iniciales en donde intentan convencer a la soldado Ripley para que vuelva al lugar donde se encuentran los bichos, otros quince donde se nos presenta al reparto, treinta minutos para conocer el planeta y ojo, recién a la hora de película aparecen por primera los Aliens¡Y vaya que aparecen! En una masacre de escena, caóticamente maravillosa, y donde la mitad de los personajes bruscamente pasan a mejor vida, dejando en escena a los verdaderos protagonistas. Y bueno, desde ahí la película se va por un tubo, con una media hora final de antología.

También suman otros elementos que aportan a la historia, la cual nunca parece ser "acción por acción", todos estos giran en torno al personaje de Ripley por supuesto: su desconfianza inicial hacia Bishop, el interesante lazo que genera con la niña Newt, con quien vive la escena más asfixiante y terrorífica de la película (espectacular ese bicho enrollando su cuello), o ese enfrentamiento final con la Madre Superiora, incluyendo un espectacular cara a cara donde ambas mirándose a los ojos realizan un pacto de no agresión, el cual Ripley romperá tirando a quemar todos los huevos de la Doña, quien por supuesto luego volverá a vengar a sus crías. Que decir, enorme.

No todo será perfecto, sin embargo, y algunos detalles (también por buscarle algo), bajan a la cinta del pedestal de "obra maestra". No resulta creíble, por ejemplo, el que Ripley se entere que de la muerte de toda su gente (pues estuvo demasiados años en criogenia) y se lo tome con tanta tranquilidad durante toda la película. También ese momento en que la madre de los aliens se mete a un ascensor resulta... too much. 

Con todo, lo cierto es que tras 1986 James Cameron se consagraría como un genio de la entretención. Como mencioné en el primer párrafo, el tipo ya venía de trabajar en guión y producción junto a Gale Anne Hurd (su esposa hasta 1989) en  The terminator (1984), quien también lo acompañaría en su carta más ambiciosa, The abyss (1989). Ya divorciado se encargaría de la exitosa segunda parte de Terminator en 1991 para acabar ganándose la eternidad con Titanic (1997). Una carrera tremendamente meritoria que en Aliens dio una de sus más altas muestras de talento, en una notable vuelta de tuerca para una saga que encontraría una confusa tercera parte en 1992 y una sonrojante cuarta parte en 1997, pero eso será material de futuras reseñas. Será hasta ese entonces...

¿Lo mejor? Renunciar al terror para pasarse a la acción.
¿Lo peor? Una que otra escena over the top.
¿Dónde está? La vi en Star+.

4.5 : ¡Brillante!


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