lunes, 8 de marzo de 2021

Robocop (1987)

Género: Acción / Humor negro / Ciencia ficción
Dirección: Paul Verhoeven
Protagonistas: Peter Weller, Nancy Allen, Kurtwood Smith, Miguel Ferrer, Ronny Cox 
Duración: 100 minutos
Año: 1986 

Aviso: en mayo próximo se estrenará Benedetta, el regreso (con 82 años de edad) del gran Paul Verhoeven, por lo que pensé en amenizar la espera frente a tamaño evento realizando un mini ciclo del director. Y bueno, era obligatorio comenzar con esta obra brillante del cine de acción...

¿Dije que es brillante? Pues si. 
Pero hagamos algo de historia. A fines de los años ochenta el holandés Paul Verhoeven llevaba veinte años dirigiendo aunque sin haber podido salir de Europa, sin embargo, a causa de su irreverente estilo de dirección le fue ofrecido este singular proyecto, y si bien en una primera instancia Verhoeven rechazó la película (dicho por él mismo, se alejaba de sus intereses), fue su esposa quien lo convenció del potencial del guion además de la posibilidad de entrar al mercado estadounidense, por lo que acabó aceptando. Finalmente llevaría adelante una caótica filmación, trabajando siempre a contra reloj, bajo muchísima tensión y ante una completa incertidumbre respecto al resultado. Siendo francos, no hubo integrante del elenco que no sintiese el estar filmando una cinta "clase b" que difícilmente obtendría algo de éxito, pero bueno, el talento del conjunto pudo más transformando la película en un verdadero clásico de culto a día de hoy.

Siempre he sentido especial admiración por los artistas capaces de meterse en la industria y lanzar un mensaje desde dentro, que es lo que Verhoeven realizó con maestría en Robocop, a quien le pidieron realizara una película entretenida y llenase algunas salas de cine pero acabó (con ayuda de un elenco brillante) filmando una sátira violenta, brillante e irreverente. El director mencionó años más tarde el que su intención fue enrostrarle a los estadounidenses la visión que él mismo tenía de su sociedad, por eso aquel Detroid corrupto, pobre, violento y culturalmente podrido donde se centra la acción. Verhoeven se da el gusto entonces de soltarlo todo en cien minutos: el sueño americano de escalar sin escrúpulos por parte del empresariado (representado de manera exquisita en el duelo entre Bob Morton y Dick Jones), el acceso a las armas y la corrupción (Clarence Boddicker, que maravilla de personaje), violencia desatada (el asesinato de Murphy o el ED 209 acribillando a un empresario, para la historia), además de una población completamente idiotizada por la televisión y el consumismo (geniales las propagandas y un programa de humor sexista con el que todos se ríen una y otra vez). Y por supuesto que merece una mención aparte el uso del humor negro que ostenta la película, donde esta se ríe de absolutamente todo, incluso de si misma mediante unos planos ridículos (el ED 209 aullando como una hiena mientras patalea en el suelo tras caerse de una escalera o Dick Jones cayendo al vacío de espaldas desde un rascacielos, para partirse de la risa). Todo esto inmerso en una película efectivamente entretenida y que nunca abandona su espíritu de película liviana, que nunca aspira a ponerse seria, lo cual es enorme.

El sorpresivo éxito de Robocop efectivamente abriría puertas para Paul Verhoeven, quien volvería a intentar jugar una carta similar en 1990 con Total recall (esta vez con Arnold Schwarzenegger en el elenco) para luego girar al erotismo en la fantástica Basic instintc (con Sharon Stone y Michael Douglas) y en la incomprendida Showgirls (1995). Un director definitivamente diferente el holandés, para muchos un genio que pudo (y debió) llegar muchísimo más lejos de lo que llegó, y que en 1987 fue capaz de lanzar una bomba violenta e irreverente disfrazada de una película más de acción de la época. 

¿Lo mejor? La sátira social, el humor negro, el uso de la violencia, todo inmerso en una película liviana y comercial. Y algo más: la banda sonora. ENORME.
¿Lo peor? Por buscarle algo, el que la película por momentos cruza el límite al no tomarse en serio. 

4.5 / 5 : Brillante.


Otras películas de Paul Verhoeven:

lunes, 1 de marzo de 2021

Los Perros (Chile, 2017)

Género: Drama político
Dirección: Marcela Said
Protagonistas: Antonia Zegers, Alfredo Castro, Alejandro Sieveking, 
Duración: 90 minutos
Año : 2017

Si, otra película más acerca de la dictadura militar chilena. O más bien una acerca de los hijos e hijas de esta, familiares descendientes de los poderosos que quedaron a cargo de Chile a partir de 1990. Algunos de estos estuvieron involucrados en violaciones a derechos humanos pero jamás pagaron por sus crímenes, manteniéndose siempre protegidos por aquellos que "se encargaron del trabajo sucio". De esto va Los perros de Marcela Said, a quien hay que reconocerle el mérito de no abordar el tema mediante verdades absolutas si no más bien moverse con sutileza, incluso corriendo el riesgo de aburrir a más de alguno con el exceso de poesía. 

Me ha gustado el como la directora nos muestra a los ricos siempre lejos de la vida de los corrientes, asunto que se explicita incluso desde lo geográfico, con constantes tomas en altura, desde donde se ven las luces del Gran Santiago abajo, a distancia. Ahí la historia se centrará en la figura de Mariana Blanco (Antonia Zegers), abriendo de inmediato un nuevo flanco para la película: la temática de género, con crítica incluida al patriarcado. Conocemos así a una mujer que se sabe intocable (lo denota desfachatado actuar) y que vive en su particular burbuja, una en donde no es más que una niñita rica que debe callar entre todos los hombres que la rodean. Su única entretención será el tomar clases de equitación con un ex militar (Alfredo Castro) y someterse a diario a un tratamiento de fertilidad para ser madre a los 42 años de edad. De pronto ciertas luces comienzan a mostrarse, a su profesor lo persigue la justicia por antiguos casos de violaciones a derechos humanos y algunas preguntas la acecharán, mientras en paralelo comenzará a rebelarse frente a su fracasado matrimonio. Y bueno, desde ahí el gran dilema: ¿Romper o no con la inercia y el peso de la herencia cultural? 

Intentará por tanto Marcela Said situar a la protagonista entre ambos frentes: el ser parte de un entorno cívico militar cómplice  de los atropellos de la dictadura pero a la vez víctima de la violencia de su mundo. Ahí, hay mucho talento en la interpretación de Antonia Zegers, quien logra que su personaje genere desprecio y compasión a la vez. 

Hay detalles, sin embargo, donde la película no logra cuajar todas sus aristas. La relación, por ejemplo, entre Mariana y su profesor de equitación desperdicia absolutamente el potencial erótico que esta tenía, por otro lado, el palo que la cinta le da a la cara más hipócrita y animal de los hombres (representada en la figura de un policía de investigaciones que a media película aparece) luce completamente forzado, y finalmente la figura de los perros de Mariana aparece como un tema totalmente abierto a la interpretación del espectador, lo cual es lamentable pues la película no explota dicha figura (el como los civiles utilizaron a los militares como perros, usándolos en algún momento de la historia para luego desecharlos). 

En definitiva, Los perros intenta abordar varios frentes y en esa labor acaba perdiendo fuerza a momentos. Eso si, es una película valiente al abordar el tema de los cómplices civiles de la dictadura chilena, poner el dedo sobre la impunidad aún existente en el país y reflexionar respecto a lo lejos que estamos como país de la reconciliación. 

¿Lo mejor? El pesimismo de las conclusiones que la película instala. 
¿Lo peor? No logra cuajar del todo el tremendo potencial que tenía, solo lo insinúa.

3.0: Buena, se deja ver.