lunes, 5 de noviembre de 2012

To Rome with love (2012)


Género: Comedia
Dirección: Woody Allen  
Protagonistas: Alec Baldwin, Roberto Beningni, Penélope Cruz, Ellen Page, Jesse Eisenberg
Duración: 100 minutos
Año : 2012

El absurdo por el absurdo no es lo mio, de ahí que debo ser uno de los pocos seres de esta tierra que no alucinó con "Medianoche en Paris" (2011), la anterior y aclamada película del gran Woody Allen. Ahora, "A Roma con amor" funciona en una linea similar y por lo mismo no conectó conmigo. 

El tour de Woody por ciudades europeas continúa. Y si anteriormente paseamos por Londres, Barcelona y Paris, esta vez ha sido la bellísima Roma la escogida. Ahora, dentro de todas aquellas experiencias me parece que esta es por lejos la peor de todas, la menos lograda. Y es que en el pasado este gran director ha trabajado el absurdo, desde protagonistas que dialogan con la cámara hasta seres omnicientes que funcionan a modo de conciencia de un personaje. Todo aquello ya se ha hecho, sin embargo, el gran fallo que le estoy viendo a las más recientes películas de Allen es el no poseer objetivo alguno, aspecto que solía ser característica importante en su cine. Lo de Allen siempre fue narrar dramas en todo de comedia, pero si en "Medianoche en paris" el personaje de Owen Wilson viajaba al pasado una y otra vez sin mayor explicación ni intención alguna fuera de mostrarte algo curioso/singular/divertido, acá el asunto anda por las mismas. ¡Si! Que más de alguien me dirá que la idea de "Medianoche en Paris" era desarrollar el tema de la excesiva nostalgia, sin embargo, déjenme contestar que si ese era el "hilo dramático" de aquella película... bastante flojito estuvo.

"A Roma con amor" cruza cuatro historias cuyo único hilo conductor es el uso de Roma como escenario de fondo y la fantasía como elemento humorístico. Tenemos por un lado a un romano común y corriente (Roberto Benigni) que un día cualquiera despierta siendo famoso y viviendo el acoso de los periodistas, esta historia si bien en el papel se presenta divertida en los hechos termina agotando dado que no pasa nada con ella, es lo mismo una y otra vez. En una segunda esquina aparece una pareja joven norteamericana que entra en conflicto cuando reciben la visita de una amiga de ella (Ellen Page, plana en su personaje como ella sola), la cual dada su personalidad liberal y sexual ( Ellen Page ...¡¿sexual?! Supongo que ese es otro de los absurdos que la película quiso entregar) confunde al joven norteamericano (un limitadísimo Jesse Eisenberg). 

Tenemos también a una pareja italiana novata que genera momentos relativamente entretenidos cuando una prostituta (Penélope Cruz) se inmiscuye en la relación y finalmente, en lo que vendría a ser la historia más interesante y divertida de las cuatro, aparece el mismísimo Woody Allen (interpretándose a él mismo como siempre) viajando a Italia para conocer a la novia de su hijo y descubriendo el talento de un cantante de ópera (la escena de la ducha, lo mejor de la película sin duda). 

Woody habla de si mismo en este papel, lo cual resulta doblemente interesante y lanza lineas memorables, como cuando menciona el no querer dejar de trabajar porque el día que lo haga realmente se sentirá sentenciado a morir. Probablemente esta linea nos explique el porque desde hace más de 25 años Allen nos viene entregando una película por año de manera fija. Lamentablemente me parece que este ritmo hace rato le viene jugando en contra a sus cintas. Probablemente con un poco más de trabajo "A Roma con amor" o "Medianoche en Paris" habrían obtenido mejores resultados. 

Pero bueno, a Woody Allen en realidad se le disculpa todo. Es un grande, uno de esos directores eternos que vivirán en la historia gracias a su estilo único e inconfundible. Esta vez ha fallado pero no podemos pedirle que tras tanta gloria entregada siga manteniendo siempre la excelencia a tope. Los grandes también se equivocan o derechamente, en algún momento de sus carreras, se conforman. 


2 / 5
Mala



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