lunes, 19 de septiembre de 2022

Crash (1996)

Género: Suspenso. Sexualidad.
Dirección: David Cronenberg
Protagonistas: James Spader, Deborah Kara Unger, Elias Koteas, Holly Hunter, Rosanna Arquette
Duración: 100 minutos
Año: 1996

¿Por qué hay personas que gozan realizando un trío o un swinger? ¿Por qué otras se excitan con el voyerismo, observando a su pareja teniendo sexo con un tercero? ¿Por qué las relaciones abiertas? Estas y más suelen ser preguntas que en nuestra sociedad tienden a quedar sin respuesta, en el nicho de la absoluta incomprensión, sin embargo, veinticinco años atrás David Cronenberg intentó sumergirse en el mundo de las parafilias mediante un bicho bastante raro (otro más) realmente difícil de clasificar, una de esas películas con las que cuesta encontrar un punto medio, se aman o se odian. Acá, sin embargo, intentaré no tomar partido y ser lo más justo posible.

Respecto a Cronenberg, este había tangencialmente tocado antes el erotismo y la sexualidad, pero nunca de manera tan decidida y retorcida como acá hace. En Crash todo es extraño y enfermo, la atmósfera, música y diálogos son siempre oscuridad, como la vida de los personajes que se nos presentan, todos atados con un nexo común: una crónica incapacidad para establecer conexiones emocionales con otros, pudiendo acercarse a su humanidad unicamente mediante una fascinación erótica/sexual por las heridas, de ahí la excitación/fijación de estos por los accidentes de tránsito. 

De esta forma, como quienes se encuentran en un algún bar nocturno, un grupo de personas acabarán por encontrarse en un hospital, producto de un accidente que los ha reunido. Desde acá, iremos observando como todos y todas comenzarán a vivenciar experiencias sexuales de distinto tipo, aunque siempre con las heridas como eje transversal. Crash por tanto se interna en un terreno complejo, hablando de relaciones amorales, poco empáticas e incluso violentas, luego quien busque alguna indagación filosófica más profunda respecto al tema puede salga decepcionado tras verla, pues más allá de una que otra explicación, la película no es más que una sucesión de situaciones retorcidas, accidentes de tránsito o sexo en diferentes autos, todo esto en función de la psicopatología que los personajes padecen. 

(Spoiler desde acá)
En ese sentido, el diálogo clave se produce a mitad de película entre Vaughan (lejos el personaje más carismático de todos) con James Ballard, cuando el primero le comenta su proyecto de recrear (y ser participe) de accidentes clásicos, siendo la "reconstrucción del cuerpo mediante tecnología" una mera excusa para encontrar gente tan enferma como él. Aquel diálogo, explica bastante el por donde va la película, así como la exquisita escena posterior en donde James observa excitado como Vaughan se lame con su pareja, Catherine. Por cierto, las expresiones culposas de esta, absolutamente resignada a su patología, son ma-ra-vi-llo-sas. Como quien sabe que actúa "moralmente mal" pero no puede detener aquel deseo compulsivo. Fascinante. Lo mismo que el "todos con todos" que la película propone (relaciones abiertas en pleno 1996, notable) y la asociación que Cronenberg instala entre el vacío de los personajes y el deseo incontrolable de estos por el morbo, por lo incorrecto. Por cierto: espectacular ese momento en que Vaughan, James y Catherine se excitan mirando un accidente recién acontecido, en lugar de preocuparse o lamentar algo, y ojo al dato: que en estos tiempos el que la gente saque sus teléfonos para "inmortalizar" accidentes (o absolutamente todo en realidad) luce de lo más normal del mundo, ¿Es que aquella falta de empatía con el dolor que Cronenberg caricaturizó en 1996, hoy ya se ha vuelto parte de nuestro cotidiano, de nuestra normalidad? Ahí lo dejo... 

En materia de actuaciones, James Spader (James Ballard) es quizás el único que no logra estar a la altura del papel, en un personaje que no transmite las contradicciones que debería, como si lo hace la mencionada Deborah Kara Unger (Catherine), mientras que todo el resto luce entregada(o) a cada experiencia (sobre todo Elias Coteas, que luce realmente desquiciado, un tipo que da miedo de mirarlo), dejándonos una película diferente, un experimento que no pretendió inventar la rueda ni entregar una historia convencional sino más bien centrarse en una serie de personajes destinados a la incomprensión dentro de una sociedad demasiado estándar para ellos. El thriller erótico por excelencia en la filmografía de Cronenberg.

¿Lo bueno? Como plantea la idea de relaciones abiertas en 1996, en una mirada completamente adelantada a su tiempo. Toda la amoralidad que la película propone es fascinante.
¿Lo malo? Que a todos los hombres nos pintan como eyaculadores precoces.
¿Dónde está? La descargué en Yts pero también está en mi Plex.  

3.5 : Muy buena.


domingo, 11 de septiembre de 2022

Dead Ringers (1988)

Género: Terror. Psicológica
Dirección: David Cronenberg
Protagonistas: Jeremy Irons, Genevieve Bujold
Duración: 110 minutos
Año: 1988

A propósito de la reciente Crimes of the future de David Cronenberg, antes de ir por ella, tengo ganas de realizar un mini especial del director, que este histórico lo merece. Quiero además ir por dos películas que son especiales para mi, dos que de una u otra forma marcaron mi vida cuando adolescente e hicieron lo suyo en su momento acercándome al cine, comenzando hoy con Dead ringers de 1988.

Antes de ir con esta ("Inseparables" en la versión latina), uno no puede dejar de mencionar desde donde venía Cronenberg en años anteriores, un director que poco a poco fue encontrando un estilo mediante películas tan singulares como The brood (1979), Scanners (1981), Videodrome (1983), The dead zone (1984) y el remake de The fly (1986), una obra maestra de la que algún día seguro hablaré por acá. Todas estas películas dieron muestras de una mirada diferente, tremendamente visual y retorcida del terror, asuntos que se plasman también en Dead ringers, con una diferencia no menor: el que esta vez el director se interna con fuerza en los aspectos psicológicos de sus personajes. 

En la de 1988, David Cronenberg nos narra la historia de los hermanos Elliot y Beverly (interpretados de manera magistral por Jeremy Irons), gemelos imposibles de diferenciar físicamente aunque de personalidades diametralmente opuestas. Elliot es frío, calculador y seguro de si mismo, Beverly es tímido, inseguro y sensible. Ambos son genios de la medicina, desarrollándose en el campo de la ginecología y fertilidad de mujeres. A la vida de ambos llegará Claire Niveau, una connotada actriz, con la cual los gemelos intentarán relacionarse como suelen hacerlo, es decir, compartiéndola. Sin embargo, al generar Beverly un vínculo más profundo y verdadero con ella todo comenzará a complicarse, desatando un espiral auto destructivo y absolutamente caótico.

Cronenberg introduce acá varias de las fascinaciones que ha explorado en su cine, el erotismo + sexualidad están siempre presentes (desde la primera escena incluso, con ambos chicos ofreciéndole sexo a una amiga de 10 años aproximadamente) y también el terror, aunque esta vez, a diferencia de cualquiera de sus anteriores películas, de manera mucho más sutil, insinuando más que mostrando (esos instrumentos que Beverly construye para "mujeres deformes" son espectaculares). Hay un excelente uso de los colores y vestimentas (son maravillosas las prendas que utilizan los médicos al operar, unas túnicas estilo sacerdote), también de la música. Finalmente, el punto fuerte estará por supuesto en el proceso de degradación de Beverly, su incapacidad para lidiar con emociones al querer enfrentar una relación lejos de su hermano, y el como las cosas sostenidamente se escaparán completamente de su cause. Eso si, como punto débil a mencionar, la película pareciese en los últimos diez minutos no saber como cerrar esta historia, dando vueltas en círculo sin un objetivo claro, sin embargo, más allá del final, el objetivo de la película claramente ya estaba logrado. 

Mirado a más de treinta años de distancia, Dead ringers llegó para consolidar la mirada retorcida de un Cronenberg, quien también deseaba dar pasos hacia adelante en su cine. Acá escapó del terror explícito para meterse en terrenos psicológicos, aspectos que intentaría profundizar a futuro, y el resultado fue notable, una película única en su especie, con un sello de autor inigualable. 

¿Lo mejor? Jeremy Irons y el punto de partida para un David Cronenberg menos explícito.
¿Lo peor? El cierre, y me perdonarán, pero Genevieve Bujold no me parece tan convincente en su papel.
¿Dónde la vi? La descargué en Yts. Está también en mi Plex. 

4.5: Brillante.


Otras películas de David Cronenberg:

Otras películas de Jeremy Irons:

viernes, 2 de septiembre de 2022

X (2022)

Género: Terror
Dirección: Ti West
Protagonistas: Mia Goth, Jenna Ortega, Brittany Snow
Duración: 105 minutos
Año: 2022

Otra película que con poco logra demasiado. Ambientada a fines de los años setenta, X se muestra como un filme de terror/gore sencillo, un slasher lleno de clichés, sin embargo estos se encuentran filmados con tanto cuidado y cariño que el trámite, pese al abuso de tópicos, no solo es llevable sino que resulta tremendamente disfrutable y fácil de seguir.  

El cuento va así: un conjunto de actores y actrices desconocidas, cual película de bajo presupuesto, dan vida a un equipo inexperto que viaja a una cabaña lejana para filmar una película pornográfica. Tendremos acá a todos los personajes clásicos: el negro de corte afro, la rubia ambiciosa, la chica que sueña con ser actriz de cine, el cabrón dueño de la película, el joven inocente y la chica virginal. A estos se sumarán los arrendatarios y dueños del lugar, una singular pareja de abuelos que acabarán por encarnar el quiebre argumental de la película, entregando momentos de violencia y ternura en dosis igual de potentes. En el trámite encontraremos desnudos, sexo, sangre, referencias al fanatismo religioso, un gran uso de la música y humor, muy buenas dosis de humor en una película que se sabe mover a placer en cuanto a tiempos, tomándose sus minutos para presentarnos el elenco, construir a fuego lento la historia para recién tras una hora de película lanzarse a la acción.

(Spoiler desde acá)
El personaje clave que la dirección de Ti West utiliza para dar un giro emocional a la película es el de Pearl (la abuela), quien sostendrá un particular vínculo con la joven Maxine (ojo, ambas están interpretadas por Mia Goth, dato no casual) y con ello comenzará a vivenciar una especie de re encuentro con el deseo sexual, perdiendo la cabeza y encontrando un montón de escenas notables, con un elemento musical muy bien utilizado, ya sea enfrentándose al espejo mientras suena 'Landslide' de Fleetwood mac (en una cuidada y emocionante toma) o asesinando a un joven que la ha rechazado con una ochentera '(Don't fear) The reaper' de Blue Oyster cult, llegando en la recta final a ese momento cúlmine (e incómodo) en que vemos a los abuelos no solo teniendo sexo sino que gozando como unos adolescentes en la cama, recordándonos que el placer no tiene edad. Que decir, maravillosa escena. 

Con todo, en su segunda mitad la película nos deja con gusto a poco. ¡Funciona! Pero la metáfora se queda algo corta en cuanto a profundidad con todo el rollo de la abuela y el paso del tiempo. De todas maneras, X sorprende pese a las bajas pretensiones que aparenta, escapando en varios momentos de lo obvio. Y ojo al dato: en este 2022 y en pocas semanas se estrena Pearl, una precuela de esta película (y que fue filmada al mismo tiempo) que ahondará en el pasado de la protagonista, protagonizada también por Mia Goth. Seguro que la comentaré también acá...

¿Lo mejor? Lo cuidado del homenaje al género y que por instantes busque instalar una reflexión. 
¿Lo peor? Que esta se queda corta.
¿Dónde está? Me la descargué en Yts pero la tengo en mi Plex. 

3.5 : Muy buena.