Dirección: Anthony Burns
Duración: 90 minutos
Año : 2015
De vez en cuando nos topamos con alguna película que pinta de algo muy tradicional pero de golpe acaba transformándose en otra cosa ("Cabin in the hood" es el más reciente y claro ejemplo de lo que menciono). Y bueno, de aquello va esta comedia negra, la cual se presenta ante nosotros como una soberana estupidez, sobre actuada al máximo pero tras una primera (débil) media hora enciende los motores y sin maravillar al menos logra enganchar un tanto gracias a su retorcida trama. Ahora, siendo claros, nunca "Home sweet hell" logra sacar aplausos pero si una que otra sonrisa.
Don Champagne (Patrick Wilson) es un vendedor de muebles casado con la dominante y aristócrata Mona (Katherine Heigl), ambos llevan adelante un matrimonio aparentemente idílico, sin embargo, todo cambiará cuando Don comience a sostener un amorío con Dusty (la siempre sensual Jordana Brewster), una vendedora recién llegada a la tienda. Esta situación desatará la enfermiza personalidad de Mona, una mujer capaz de realizar cualquier cosa con tal de lograr los objetivos que se ha propuesto en su vida.
Es simpática la caricatura que realiza esta película, entregándonos personajes bastante clichés y situaciones en general predecibles pero que de todas formas se disfrutan. Katherine Heigl es probablemente quien más sólida se encuentra acá mientras que Patrick Wilson está en lo suyo, como en todas sus películas intentando generar algo que rara vez logra.
En definitiva, bastante sangre y humor negro en una película que para pasar el rato alcanza apenas. ¿Sufres de insomnio? Esta es una de esas películas para ver de madrugada, en una de esas te ayuda a conseguir el sueño.
De vez en cuando nos topamos con alguna película que pinta de algo muy tradicional pero de golpe acaba transformándose en otra cosa ("Cabin in the hood" es el más reciente y claro ejemplo de lo que menciono). Y bueno, de aquello va esta comedia negra, la cual se presenta ante nosotros como una soberana estupidez, sobre actuada al máximo pero tras una primera (débil) media hora enciende los motores y sin maravillar al menos logra enganchar un tanto gracias a su retorcida trama. Ahora, siendo claros, nunca "Home sweet hell" logra sacar aplausos pero si una que otra sonrisa.
Don Champagne (Patrick Wilson) es un vendedor de muebles casado con la dominante y aristócrata Mona (Katherine Heigl), ambos llevan adelante un matrimonio aparentemente idílico, sin embargo, todo cambiará cuando Don comience a sostener un amorío con Dusty (la siempre sensual Jordana Brewster), una vendedora recién llegada a la tienda. Esta situación desatará la enfermiza personalidad de Mona, una mujer capaz de realizar cualquier cosa con tal de lograr los objetivos que se ha propuesto en su vida.
Es simpática la caricatura que realiza esta película, entregándonos personajes bastante clichés y situaciones en general predecibles pero que de todas formas se disfrutan. Katherine Heigl es probablemente quien más sólida se encuentra acá mientras que Patrick Wilson está en lo suyo, como en todas sus películas intentando generar algo que rara vez logra.
En definitiva, bastante sangre y humor negro en una película que para pasar el rato alcanza apenas. ¿Sufres de insomnio? Esta es una de esas películas para ver de madrugada, en una de esas te ayuda a conseguir el sueño.
2.5 // Del montón. |
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