Dirección: Paolo Sorrentino
Protagonistas: Toni Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli
Duración: 130 minutos
Duración: 130 minutos
Año : 2013
Escribir acerca de una película como esta es un gusto pero al mismo tiempo un desafío no menor. "La grande bellezza", la última maravilla del italiano Paolo Sorrentino, ganadora del Oscar 2013 a la mejor película extranjera aunque inmensamente superior a cualquiera de las cintas estadounidenses que "la academia" presentó en su más reciente ceremonia.
Paolo Sorrentino durante un poco más de dos horas entrega una película de contrastes. En una primera parte da una cruda mirada a la superficialidad del mundo intelectual y cultural de Roma, una realidad que por cierto podría extrapolarse con seguridad hacia cualquier otro lugar del mundo. Un mundo aparentemente paradisíaco pero de un enorme vacío en realidad. En medio de una vorágine de bellos paisajes e imágenes grotescas se nos presenta a Jep Gambardella (interpretado de manera fantástica por Toni Servillo), un respetado escritor que alguna vez durante su juventud escribió un afamado libro ("El aparato humano") pero que a partir de ahí solo se dedicó a vivir de las regalías y el prestigio logrado, hoy, a sus sesenta y cinco años escribe acerca de arte y se pasa la vida de fiesta en fiesta. Conoceremos entonces sus círculos sociales, personajes ostentosos, artistas, escritores e intelectuales de diverso tipo, todos ellos parte de una elite superficial, nostálgica y que carga el peso de haber sido incapaz de construir algo realmente trascendente en sus vidas.
Jep parece ser el único de su círculo dispuesto a asumir esta realidad, recorre el día a día con una frialdad pasmosa y una mirada triste que ninguno de sus costosos trajes le permiten ocultar. Su entorno se contenta con expresiones artísticas que rayan en el dolor gratuito (una mujer dándose cabezazos contra un muro o una niña desesperada que lanza tarros de pintura sobre una tela), con sus tragos, fiestas y conversaciones acerca de la nada, sin embargo, todo esto de pronto parece no conformar a Jep, quien atraviesa una crisis existencial al observar como distintas personas comienzan a desaparecer de su vida sin que él logre encontrar aquella "gran belleza" que alguna vez lo motivó a escribir.
En la recta final de la película seguiremos observando contrastes, representados esta vez en personajes de iglesia, el Cardenal Bellucci versus Sor María, un cínico sibarita dueño de una prédica sin contenido versus una mujer de 104 años de edad que esboza apenas unas pocas palabras pero que con ellas logra hacer significado dentro de Jep, quien acabará evocando un único momento de nostalgia (en su pasado) donde pudo conocer aquella sencillez y belleza de la que Sor María le habla.
"La grande bellezza" es una oda a la hipocresía, una mirada magistral y grotesca acerca de hasta donde somos capaces los seres humanos de llegar con tal de esconder nuestras mentiras y miserias. Una fotografía exquisita, una banda sonora magistral, un ritmo complicado (sobretodo en su segunda mitad) y exigente con el espectador pero que finalmente mueve a la reflexión. Compleja, dura y conmovedora, sin más.
Escribir acerca de una película como esta es un gusto pero al mismo tiempo un desafío no menor. "La grande bellezza", la última maravilla del italiano Paolo Sorrentino, ganadora del Oscar 2013 a la mejor película extranjera aunque inmensamente superior a cualquiera de las cintas estadounidenses que "la academia" presentó en su más reciente ceremonia.
Paolo Sorrentino durante un poco más de dos horas entrega una película de contrastes. En una primera parte da una cruda mirada a la superficialidad del mundo intelectual y cultural de Roma, una realidad que por cierto podría extrapolarse con seguridad hacia cualquier otro lugar del mundo. Un mundo aparentemente paradisíaco pero de un enorme vacío en realidad. En medio de una vorágine de bellos paisajes e imágenes grotescas se nos presenta a Jep Gambardella (interpretado de manera fantástica por Toni Servillo), un respetado escritor que alguna vez durante su juventud escribió un afamado libro ("El aparato humano") pero que a partir de ahí solo se dedicó a vivir de las regalías y el prestigio logrado, hoy, a sus sesenta y cinco años escribe acerca de arte y se pasa la vida de fiesta en fiesta. Conoceremos entonces sus círculos sociales, personajes ostentosos, artistas, escritores e intelectuales de diverso tipo, todos ellos parte de una elite superficial, nostálgica y que carga el peso de haber sido incapaz de construir algo realmente trascendente en sus vidas.
Jep parece ser el único de su círculo dispuesto a asumir esta realidad, recorre el día a día con una frialdad pasmosa y una mirada triste que ninguno de sus costosos trajes le permiten ocultar. Su entorno se contenta con expresiones artísticas que rayan en el dolor gratuito (una mujer dándose cabezazos contra un muro o una niña desesperada que lanza tarros de pintura sobre una tela), con sus tragos, fiestas y conversaciones acerca de la nada, sin embargo, todo esto de pronto parece no conformar a Jep, quien atraviesa una crisis existencial al observar como distintas personas comienzan a desaparecer de su vida sin que él logre encontrar aquella "gran belleza" que alguna vez lo motivó a escribir.
En la recta final de la película seguiremos observando contrastes, representados esta vez en personajes de iglesia, el Cardenal Bellucci versus Sor María, un cínico sibarita dueño de una prédica sin contenido versus una mujer de 104 años de edad que esboza apenas unas pocas palabras pero que con ellas logra hacer significado dentro de Jep, quien acabará evocando un único momento de nostalgia (en su pasado) donde pudo conocer aquella sencillez y belleza de la que Sor María le habla.
"La grande bellezza" es una oda a la hipocresía, una mirada magistral y grotesca acerca de hasta donde somos capaces los seres humanos de llegar con tal de esconder nuestras mentiras y miserias. Una fotografía exquisita, una banda sonora magistral, un ritmo complicado (sobretodo en su segunda mitad) y exigente con el espectador pero que finalmente mueve a la reflexión. Compleja, dura y conmovedora, sin más.
4.5 / 5
Brillante !
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