viernes, 16 de octubre de 2020

Fuga (2006, Chile)

Género: Drama 
Dirección: Pablo Larraín
Protagonistas: Benjamín Vicuña, Gastón Pauls, Francisca Imbodem, Alfredo Castro, María Izquierdo, Willy Semler
Duración: 110 minutos
Año : 2006

He querido re ponerme al día con el director chileno Pablo Larraín, cuyas películas recuerdo haberlas visto prácticamente todas al momento de sus respectivos lanzamientos pero me pareció un sano ejercicio el volver a ellas y ver que me pasaba diez o quince años después. 
El caso es que cronológicamente correspondía comenzar con su debut como director en 2006. Hablo de "Fuga", una excelente idea llevada muy mal a cabo, una película que denota falta de experiencia y manejo de un joven Larraín que acaba viéndose superado ante el desafío de hacer florecer su historia en pantalla. Ahí, "Fuga" deja la sensación de no cuajar correctamente, dejando al espectador con gusto a poco tras su cierre.  

La película dividida en tres actos. En su primera media hora conocemos al protagonista de esta historia (Montalbán, encarnado por Benjamín Vicuña, que con todas sus limitaciones cumple bastante bien) y su particular drama. Un joven director de orquesta, tocado emocionalmente (y con justa razón) que desea llevar adelante una obra dolorosa y personal. En paralelo se nos muestra a un músico argentino (Gaston Pauls), situado temporalmente en el presente (ahí entendemos que la historia de Montalbán es una especie de mito ocurrido tiempo atrás) persiguiendo los rastros de dicha obra, intentando reconstruirla para hacerla pasar por propia. Hasta ahí, todo bastante bien y atractivo. 

El caso es que el asunto se saldrá de control por lo que Montalbán acabará internado en un psiquiátrico, donde transcurrirá el segundo acto del filme, uno que no logra profundizar como debe y se sostiene más bien gracias a uno de los locos del lugar (notable Alfredo Castro), quien aporta toda la profundidad y dinámica que no se logra con Montalbán. Llegaremos así a un final que pretende atar los cabos pero donde el guion hace aguas como colador con situaciones que no se explican y un final repleto de sin sentidos. 

Un primer acto atractivo e interesante, un segundo que se sostiene totalmente gracias a Alfredo Castro (quien incluso tiene espacio para mediante un monólogo profundizar en su personaje) y un final donde el guión parece perder el control sobre la historia, marcan a la primera película de Pablo Larraín, quien aquí se muestra superado por su propia obra pero claramente aprendería la lección para en unos pocos años entregar sus (a gusto personal) dos mejores películas a la fecha. "Fuga" merece ser revisada pese al paso de los años. Visualmente es atractiva, cuenta con un puñado de actuaciones notables y está muy bien situada en el Santiago de dos décadas atrás, lamentablemente el guion tropieza al andar y aquello acaba por restarle demasiado.

¿Lo mejor? La idea es excelente y en general, pese a sus fallos, entretiene.
¿Lo peor? Que no logra estar a la altura de su potencial.

2.5 : Te arriesgas.

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